Como representante procesal, el procurador se asegura de que el proceso tenga todas las garantías para su cliente.

Como colaborador de la Justicia, vela por que los trámites procesales avancen de la manera más eficaz posible. Por esta razón, la ley obliga a contratar a un procurador para comparecer en las causas más complejas.

Sin embargo, muchas personas contratan la representación de un procurador incluso cuando no es preceptivo por las garantías de eficacia, agilidad y confianza que aportan a sus asuntos judiciales.

Los procuradores pueden ejercer también como mediadores, tanto dentro de un juicio como fuera de él. La mediación es una forma alternativa de resolver conflictos con plena validez legal que facilita que las partes lleguen a un acuerdo por sí mismas, en lugar de someterse a la decisión de un juez